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La exposición “Frida Kahlo, más allá de las apariencias” se adentra en la intimidad de la artista mexicana y analiza cómo construyó su identidad a través de su forma de presentarse y representarse. La muestra estará disponible del 15 de septiembre de 2022 al 5 de marzo de 2023 en el Palais Galliera, museo de la moda de París.

Por primera vez en Francia, y en estrecha colaboración con el Museo Frida Kahlo, esta exhibición reúne más de 200 piezas procedentes de la Casa Azul –donde nació y creció la artista– en forma de ropa, correspondencia, accesorios, artículos de cosmética, medicamentos, prótesis médicas… Estos efectos personales, precintados por su marido cuando la artista murió en 1954, no fueron redescubiertos hasta cincuenta años después. Esta colección, que consta de vestidos tradicionales de Tehuana, collares precolombinos,corsés pintados a mano y prótesis, se presenta junto con películas y fotografías de la artista, a fin de configurar una narración visual de la extraordinaria vida de Frida Kahlo.

Frida Kahlo, ejemplo de autocreación artística

El Palais Galliera rinde tributo a Frida Kahlo (1907-1954), una de las artistas más reconocidas e influyentes del siglo XX. En la configuración de la imagen de su cuerpo maltrecho por la enfermedad y un accidente brutal, Frida Kahlo desempeñó un papel pionero. Desde temprana edad, desarrolló una profunda comprensión del poder de la ropa y los accesorios en la construcción de su identidad. Mantuvo el control sobre su imagen –en su vida, en sus fotografías y en su arte–, revelando y ocultando tanto sus discapacidades como sus excepcionales habilidades.

Así consiguió construir un vocabulario visual con el que ha expresado el sufrimiento físico y emocional, a la vez que ha descrito su propia resiliencia y capacidad para crear y transmitir significado, alegría, belleza y arte. Los poderosos autorretratos de Frida Kahlo, las fotografías para las que posó y sus cuidadosos atuendos se conciben como modos complementarios de autocreación artística. Ella misma es una prolongación de su obra y, como tal, genera la fuerza de atracción y admiración.

Ya desde la adolescencia, se vestía de forma poco convencional para expresar su personalidad y ocultar su pierna, dañada por la poliomielitis. A los 20 años, sucumbió a los trajes tradicionales mexicanos que llevaría el resto de su vida. Aunque creó un estilo híbrido único, mezclando elementos de diferentes regiones y épocas, Frida Kahlo se identificó especialmente con las mujeres y la cultura matriarcal de Tehuantepec. Con sus blusas bordadas, faldas largas y peinados elaborados, consiguió plasmar una fascinante interpretación personal de la mexicanidad.

Moda e identidad, fundamento central de la muestra

A través de la elección de la ropa y los accesorios, adaptados a sus necesidades médicas y a sus particularidades físicas, Kahlo logró construir una apariencia original y atrevida. Sus prendas, sus trajes eran parte integrante de su vida, su arte, su ideología política y su identidad. Única, transgresora e inolvidable, Frida Kahlo se ha convertido en un icono cultural incuestionable.

Su influencia como musa en la historia de la moda ha sido continuamente revalorizada por diseñadores contemporáneos que han utilizado los diversos símbolos de identidad de Frida Kahlo como inspiración. Este repertorio visual aborda temas como el trauma, la discapacidad, la etnia, la identidad sexual y la política. Kahlo utilizó los accesorios, los adornos y las prótesis ortopédicas como metáforas para ocultar, revelar e interpretar sus múltiples identidades y su estilo híbrido.

Frida Kahlo en siete secciones

Dividida en siete secciones, la muestra “Frida Kahlo, más allá de las apariencias” recorre la manera en que la artista configuró, a modo de manifiesto, su imagen alimentada por su herencia cultural y su experiencia de género y discapacidad. Cada sala del museo está dedicada a las distintas facetas de Frida Kahlo en las que ahonda la muestra: personalidad, tragedia, carácter icónico y un estilo inseparable de su vida, personalidad, enfermedad y obra artística.

Cabe señalar que se trata de la primera ocasión en la que la vestimenta de Frida Kahlo funciona como eje sustancial de una exposición. En ella constatamos una vez más la recurrencia parisiense a la penumbra en el montaje de exhibiciones, quizá para infundir un dramatismo propicio a la ensoñación.

La primera sección abarca un recorrido biográfico de la artista en el que destacan sus vínculos familiares, la influencia de la fotografía en su proceso creativo y otros acontecimientos vitales como la enfermedad infantil, el grave accidente sufrido a los 18 años y su relación tormentosa con Diego Rivera. La sección 2 se centra en la Casa Azul, donde la artista nació y creció. Frida Kahlo transformó su casa en un microcosmos de México mediante objetos que reflejaban su apego a todo lo mexicano.

Su primera experiencia en Gringolandia –como ella llamaba a Estados Unidos– acompañando a Diego Rivera se recoge en la sección 3. La sección 4, por su parte, está dedicada a París. Tras su debut en Nueva York, Frida Kahlo fue invitada por André Breton a exponer su obra en la capital francesa. Aquí recibió una calurosa bienvenida por parte de numerosos artistas célebres de la época.

La sección 5 está marcada por la discapacidad y la creatividad, mientras que la sección 6 se focaliza en su vestimenta y algunos de sus cuadros. La última sección (visitable hasta el 31 de diciembre de 2022) analiza la influencia de la artista en la moda contemporánea y cómo sigue siendo, aún hoy, un icono y una fuente de inspiración para diseñadores como Jean Paul Gaultier, Karl Lagerfeld para Chanel, Riccardo Tisci para Givenchy, Maria Grazia Chiuri para Dior o Rei Kawakubo para Comme des Garçons.

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