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La Fundación Julia Stoschek de Düsseldorf presenta hasta el 2 de febrero de 2025 la expo individual «LYNN HERSHMAN LEESON: ¿ARE OUR EYES TARGETS?», dedicada a la célebre artista, pionera de los medios de comunicación y figura clave de la performance y el videoarte feminista internacional. La muestra se compone de vídeos, fotocollages e instalaciones interactivas y de técnica mixta que ahondan en la práctica innovadora de Hershman Leeson.

The Electronic Diaries of Lynn Hershman Leeson 1984-2019 es la pieza central de la exhibición y de este reel. Su proyecto icónico es una serie de videodiarios rodados durante un cuarto de siglo. Tratan sobre la construcción de la identidad a través de los medios y del uso del vídeo para definir quiénes somos y de cómo el medio influye en las personas. Realidad, no realidad, mito… ¿Qué es verdad y qué no? “En cierto sentido, yo era una portavoz de mi generación. De otras personas que habían tenido esas vivencias”, afirma Hershman. Sus piezas abordan el maltrato físico, el incesto u otros traumas, como escuchamos en los fragmentos de audio del reel

Lynn Hershman no estudió arte, sino biología, aunque siempre ha hecho arte desde pequeña. “Iba a museos y bibliotecas a mirar libros de arte y copiarlos, y así fue como aprendí. En mis tiempos, una mujer lo tenía muy difícil para mostrar su obra en una galería y ser tomada en serio. Pero no me quedaba más remedio que intentarlo”. Todo lo que ocurre desde 2010 en redes sociales, es algo que Hershman Leeson ya hacía de alguna manera en 1984: contar historias ante la cámara. “Yo no era cineasta, pero quería dejar constancia de lo que estaba pasando”.

Desde la década de 1960, Lynn Hershman Leeson ha dado forma a discursos artísticos sobre la performance, la interactividad, los cyborgs, la vigilancia, la inteligencia artificial y la biogenética. Su práctica artística sin duda ha allanado el camino a generaciones de artistas posteriores. A lo largo de su carrera ha trabajado con algunos científicos reputados a fin de plantear un complejo diálogo entre arte y ciencia. «Creo que la ciencia y el proceso creativo tienen mucho en común y, en cierto modo, son lo mismo. En ambos casos hay un proceso de descubrimiento».

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