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La rentrée parisiense es todo un acontecimiento cultural. Coincide con el final de las vacaciones y la vuelta al cole de septiembre-octubre y consiste en el lanzamiento de iniciativas ligadas al ámbito del arte. Ferias como Paris+ par Art Basel, bienales como la de arte digital Némo y un ramillete infinito de exposiciones colman la oferta cultural en esta capital europea y mundial que, como bien decía Hemingway en París era una fiesta, no se acaba nunca. Nos hemos dado una larga vuelta –y hablamos en sentido francamente literal– por los eventos principales vinculados a la rentrée cultural de París y el resultado es este apetecible cúmulo de recomendaciones que te conviene guardar como oro en paño.

“Over de Rainbow” es una de las propuestas alternativas más osadas y atractivas de la rentrée. Esta expo del Centre Pompidou hace hincapié en la manera en la que los y las artistas han forjado la representación positiva de sexualidades “minoritarias” desde finales del siglo XIX hasta la fecha, al mismo tiempo que ahonda en la historia y las luchas de las comunidades LGBTQIA+ a través de queerzines, acciones de colectivos como Act Up (arte protesta y sida), ilustraciones de Cocteau o de Tom of Finland, fotos de Brassaï o Wolfgang Tillmans… La muestra dedicada a Chagall, también en el Pompidou, ni siquiera consigue hacer sombra a esta otra pequeña gran exhibición.

“Viva Varda!” (hasta 28 enero 2024) es la retrospectiva que la Cinémathèque Française consagra a las siete décadas de actividad de la fotógrafa, cineastay artista belga Agnès Varda. Precursora de la Nouvelle Vague, es una de las pocas mujeres de su generación que hizo carrera como directora de “cinescritura”, como a ella le gustaba calificarlo. Trotamundos y artista de convicciones, Varda también prestó gran atención a la agitación social. A través de fotografías de su autoría, archivos, objetos e instalaciones, la exposición refleja la vigencia de su obra polimorfa condensada en 40 filmes y documentales, marcados por temas como el feminismo y la marginalidad. Disponible también en español, se completa con el ciclo de cine dedicado a Varda activo desde septiembre en Netflix y documentales y películas en el canal Arte.

Sophie Calle celebra a su manera un tanto díscola el 50.º aniversario de la muerte de Picasso en el Museo Picasso de la ciudad. Sus pertenencias, sus recuerdos, sus fotografías textualizadas, sus proyectos terminados e inacabados ocupan el espacio del museo sin dejar ni rastro de las creaciones de Picasso. Estas piezas son el vivo reflejo de sus temas recurrentes: la desaparición, la ausencia, los cuadros robados que ya no se pueden contemplar, los ciegos, las cortinas que hay que correr para desvelarlo que ocultan. “A toi de faire, ma mignonne” (hasta 7 enero 2024) solo está disponible en francés; y conviene señalarlo porque el texto es parte fundamental de la obra de Calle.

En la misma onda de celebración, el Musée du Luxembourg aborda la relación coetánea entre Picasso y Gertrude Stein, en una muestra colectiva (hasta 28 enero 2024) en la que hallamos obras de artistas tan dispares como Nam June Paik, Juan Gris, Andy Warhol, Cecil Beaton y Bruce Nauman conectadas con o inspiradas en la producción artística de los dos primeros.

La retrospectiva de Mike Kelley en la Bourse de Commerce – Collection Pinault nos conduce a la Ciudad Botella de Kandor (urbe ficticia de la que procede Superman), a la Isla de los monos, a su infancia de peluches mancillados y al más allá. “Ghost and Spirit” (hasta 13 febrero 2024) engloba una secuencia de diferentes cuerpos de obra o entornos inmersivos del artista. La obra de Kelley siempre se ha nutrido de una vinculación entre la profundidad de su pensamiento crítico y una estética pop plagada de referencias subculturales. Kelley fue un gran explorador de nociones que siguen estando vigentes: memoria colectiva e individual, relaciones de género y de clase social. En el mismo compendio de expos de este museo gravita la muestra de Lee Lozano, cuyas piezas encaran cuestiones como identidad, género y sexualidad.

Dos propuestas al aire libre gratuitas: Réflexions (hasta 15 noviembre), instalación colosal del Atelier Barrois emplazada en los jardines del Palais Royal; y Wave(hasta 1 diciembre), de Urs Fischer, en la Place Vendôme y en el marco de la feria de arte contemporáneo Paris+ by Art Basel (18-22 octubre). La primera es una proeza técnica, con sus 8 toneladas de vidrio, 15 metros de altura y 6000 metros de prismas entrelazados que desprenden destellos multicolor en contacto con la luz; la segunda, una escultura de aluminio de 5 metros de altura presentada por la galería Gagosian. En cuanto a bienales, Némo (hasta 7 enero 2024), la bienal internacional de arte digital con sede principal en Centquatre-Paris, cuestiona nuestras múltiples personalidades en la era digital.

Los partidarios de la fotografía también tienen donde rascar. La retrospectiva de Viviane Sassen en la Maison Européenne de la Photographie, “Phosphor: Art & Fashion 1990-2023” (hasta 11 febrero 2024), reúne más de 200 creaciones y recorre 30 años de trabajo multifacético en el que la fotografía se codea con el collage, la pintura y el vídeo. Temas recurrentes en su trabajo son la sombra, la muerte y modelos que deliberadamente ocultan el rostro para centrar la atención emocional en el cuerpo. Otras iniciativas de expo-foto aceptables son las de las fotógrafas Carolyn Drake, que desmonta la masculinidad de macho alfa en sus desnudos de señoresde carne trémula en “Men Untitled”; y Ruth Orkin, que viajó sola por el mundo en bicicleta en los años cincuenta. Ambas en la Fondation Henri-Cartier Bresson (hasta 14 enero 2024).

Quai de la Photo, por su parte, acoge las nuevas escrituras visuales de seis jóvenes fotógrafos en la parte baja de este peniche-restaurante a orillas del Sena (hasta 11 diciembre, gratuita), mientras que el Jeu de Paume alaba las instantáneas sepia alegóricas y narrativas de finales del siglo XIX –plagadas de personajes de la Biblia, la mitología y la literatura clásica– de Julia Margaret Cameron (hasta 28 de enero 2024), tía abuela de Virginia Woolf. En materia de escultura, una propuesta plausible procede de la Fundación Giacometti, con míticas piezas del artista suizo (hasta 21 enero 2024); mientras que la Fundación Cartier realza las colosales esculturas king size del australiano Ron Mueck (hasta 5 noviembre).

El Palais Galliera, Museo de la Moda de París, agasaja a Azzedine Alaïa –en tanto que coleccionista y no como couturier– presentando 140 creaciones de su excepcional colección patrimonial de 20 000 piezas de otros diseñadores (actuales y de siglos pasados). Alaïa fue el mayor coleccionista del mundo de piezas de modistos prestigiosos, como Worth, Cristóbal Balenciaga, Paul Poiret, Gabrielle Chanel, Madeleine Vionnet, Elsa Schiaparelli y Christian Dior. La moda, como es habitual, también queda representada –y muy bien, por cierto– en El Musée d’Arts décoratifs, que nos sumerge en una expo sobre moda y deporte (hasta 7 abril 2024) desde finales del siglo XIX hasta la actualidad, a la espera de la presentación de la gran muestra dedicada a Iris Van Herpen, pospuesta para finales de noviembre.

Las iniciativas más frescas, atrevidas y minoritarias del panorama del arte contemporáneo internacional se suelen aglutinar en el Palais de Tokyo, esta vez con propuestas de Lili Reynaud-Dewar (hasta 7 enero 2023), entre otros/as artistas. Sin menoscabo de otras portentosas exhibiciones de arte contemporáneo del siglo XX (sobre todo, pintura abstracta) como la que homenajea a Rothko en la Fundación Louis Vuitton; o la retrospectiva –muy bien acogida por el público– de Nicolas de Staël (hasta 21 enero 2024) y “Le monde visible” de Dana Schutz (hasta 11 febrero 2024) y su particular filtro multicolor a través del cual plasma las figuras grotescas por las que es conocida, ambas en el Museo de Arte Moderno.

Sin embargo, es Amedeo Modigliani quien suscita colas interminables y salas abarrotadas en el Musée de l’Orangerie gracias a una exhibición (hasta 15 enero 2024) que disecciona la relación profesional y amistosa del pintor toscano con su marchante y visionario Paul Guillaume. En cuanto a espacios alternativos, POUSH, vivero de artistas concebido por la agencia Manifesto Paris en una antigua fábrica de perfumes de 20 000 metros cuadrados de Aubervilliers, abrirá las puertas de los 260 estudios de sus residentes el 20 y 21 de octubre; ¿un poco justo?, también organizan tours cada miércoles a las 18:45 horas.

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